Benjamin Louvet y Olivier Dauguin, gestores del fondo OFI Financial Investments Precious Metals, han elaborado un informe sobre la evolución de los metales preciosos en los que invierte la cartera del fondo a lo largo de junio 2020, y su impacto en la rentabilidad del fondo.
El informe destaca la subida del oro, que se ha visto favorecido por un contexto de recuperación incipiente de la economía y la aparición de nuevos brotes de Covid 19.
Comportamiento dispar
Los metales preciosos mostraron un comportamiento dispar en el mes. El oro continuó avanzando mientras que la plata y el paladio prácticamente no se movieron. El platino, por su parte, cedió algo menos de un 4%. Los platinoides (platino y paladio) y la plata se han movido en un rango bastante amplio, al ritmo de las noticias sobre la evolución de la crisis sanitaria.
A principios de mes, a medida que los mercados se contagiaban de optimismo gracias al progresivo desconfinamiento de una parte del mundo y a unas cifras de empleo mucho mejores de lo esperado en EE. UU., el conjunto de los metales preciosos se vio penalizado por el relajamiento de las medidas de contención y, sobre todo, por el repunte de los tipos de interés reales. Sin embargo, la aparición de nuevos brotes de COVID-19, principalmente en China y en Alemania, y el fuerte aumento de los casos en EE. UU. hicieron temer a los inversores que lo peor aún no había pasado.
Los metales preciosos volvieron a remontar, con resultados diferentes. El platino, muy ligado a la reactivación de la industria automovilística, no logró recuperar la totalidad de las pérdidas, mientras que el paladio y la plata prácticamente regresaron a los nivele s de principios de mes. El oro, por el contrario, disfrutó de un contexto más favorable.
Tipos reales a la baja
El creciente temor a una segunda oleada de contagios y el discurso acomodaticio de la Reserva Federal estadounidense volvieron a arrastrar los tipos reales hasta niveles que no veíamos desde 2013 o al principio de la crisis de la COVID-19, impulsando la cotización del metal amarillo por encima de la barrera de los 1800 dólares por onza a final de mes, un nivel que se le resistía desde hacía varios meses y que no alcanzaba desde 2012.
Mientras que el oro parece haber encontrado un catalizador que respalda su tendencia alcista, el avance de los otros metales preciosos dependerá de que las perspectivas económicas se aclaren.
Buenas expectativas para el fondo
Una recuperación sostenida de la actividad económica sería el escenario más favorable para nuestra cartera, ya que los platinoides y la plata se beneficiarían del repunte de la demanda industrial, mientras que el oro seguiría viéndose respaldado por el aumento de las expectativas de inflación, que continuarían presionando a la baja los tipos de interés reales.
Si, por el contrario, la crisis sanitaria acaba provocando una crisis económica, el oro y la plata harían valer su estatus de activo refugio pero el platino y el paladio presentarían menos potencial alcista a corto plazo, si bien la estructura de precios a plazo del paladio podría atraer a los inversores en busca de rendimientos.
No obstante, opinamos que los platinoides presentan un riesgo de corrección limitado en este segundo escenario, ya que ahora mismo las posiciones especulativas son muy escasas. En un contexto de este tipo, y siempre que los fundamentales subyacentes continúen siendo sólidos, en particular para el oro y el paladio, creemos que el OFI Financial Investment – Precious Metals ofrece un gran potencial de revalorización. Dada la incertidumbre actual, puede ser el momento perfecto para reforzar o ganar exposición a la temática de los metales preciosos.