Tomas Hildebrandt, Senior Portfolio Manager y Partner de la boutique de gestión nórdica Evli, expone en su último newsletter de mercados una visión favorable para la renta variable el próximo ejercicio, apoyada en la mejora económica y de los resultados empresariales, un escenario de tipos de interés reales negativos, continuidad de los estímulos, y política monetaria laxa excepto si la inflación sube más de lo esperado.
Resultados empresariales soportan renta variable
El sentimiento de los mercados se fortaleció en octubre al percibir los inversores el comienzo de una buena temporada de resultados. Los informes del tercer trimestre empezaron con fuerza, ya que los bancos anunciaron unos beneficios sustancialmente superiores a los previstos. El crecimiento de los beneficios de los bancos se vio impulsado por las operaciones en el mercado de capitales y las cancelaciones de las provisiones para pérdidas crediticias, teniendo estas últimas un impacto puntual en la evolución de sus beneficios.
A medida que avanzaba la temporada, las empresas informaron de una fuerte demanda, por un lado, y de un aumento de la presión de los costes y de los problemas de disponibilidad de los componentes, por otro. Por ejemplo, el fabricante de teléfonos Apple anunció que sus ventas aumentaron un 29% respecto al año anterior, pero que los costes adicionales causados por los problemas de producción sumaron 6.000 millones de dólares.
La fortaleza de los mercados de valores eclipsó los indicadores económicos más débiles. En Estados Unidos, el aumento del número de nuevos puestos de trabajo fue menor de lo esperado y los consumidores estadounidenses se mostraron más cautelosos que antes. Sin embargo, el PIB estadounidense se recuperó hasta su nivel anterior al COVID. La inflación siguió siendo elevada.
La confianza de la industria empezó a disminuir también en Europa, ya que los precios de la energía subieron y las cadenas de subcontratación sufrieron interrupciones. Los temores de que los problemas del sector inmobiliario chino se extendieran disminuyeron.
Subida de la inflación, sin cambios en política monetaria
La fuerte subida de los precios de la energía a principios del otoño se reflejó en la inflación. En la zona del euro, la variación anual de los índices de precios al consumo alcanzó un nivel del 4%. En Estados Unidos, la inflación se mantuvo por encima del 5%.
El aumento del precio del gas natural y la electricidad se reflejó tanto en los costes de las empresas como en los de los consumidores. En Francia y España, el gobierno decidió conceder subvenciones para mitigar los efectos del aumento de los costes.
El precio del gas natural en el mercado europeo se estabilizó a finales de mes, y queda por ver si los meses de invierno mantendrán los precios altos. El precio del crudo subió un 7% en octubre, superando los 80 dólares por barril, y se espera que la subida continúe y llegue hasta los 100 dólares.
En sus expectativas de inflación, los analistas estiman un «pico de inflación» más largo que antes. Sin embargo, la mayoría de las estimaciones prevén un descenso el próximo año. A pesar de la situación, el BCE y la Fed no revisaron sus políticas monetarias en octubre. No hubo grandes cambios en las expectativas de los mercados sobre las decisiones de los bancos centrales en un futuro próximo.
Perspectivas tipos de interés
En su reunión de noviembre la Fed ha anunciado que comenzará a reducir su programa de compras. El banco central reducirá gradualmente su programa de compras antes de realizar subidas de los tipos de interés.
Como la reacción de la Fed a la inflación ha cambiado tras revisar su política monetaria, ahora quiere retrasar el inicio de las subidas de tipos. Si las subidas de los tipos de interés siguieran un camino similar al de 2015-2018, veríamos una subida total de 2,25 puntos porcentuales en tres años. Sin embargo, si las subidas siguieran la línea del periodo 2004-2006, la subida total sería de 4,25 puntos porcentuales en dos años.
Los tipos de interés largos a 10 años se acercan a los niveles máximos observados en primavera, y la cuestión en las próximas semanas será si los superarán. Sin embargo, el nivel de rendimiento de la deuda pública alemana ultralarga a 30 años disminuyó sustancialmente en octubre, y el segmento largo de la curva de rendimientos se aplanó notablemente.
No obstante, la inclinación de la curva de rendimiento a dos años con respecto al tipo alemán a 10 años, es decir, la diferencia entre los tipos de interés a 10 años y a 2 años, deja un amplio margen para seguir empinándose. Las primas de riesgo de la deuda pública italiana aumentaron.
Este escenario no es positivo para la Renta Fija de duraciones largas, aunque los bonos High Yield y los bonos nórdicos, menos sensibles a los tipos de interés, se verán soportados por los buenos fundamentales de las empresas.
Gráfico ¿Con qué rapidez endurecerá la Fed su política monetaria?
Perspectivas Renta Variable
El entorno económico sigue siendo muy favorable para los mercados. Los tipos de interés reales son negativos, las políticas de estímulo continúan, y los bancos centrales están dispuestos a mantener un pie ligero en el pedal del freno, a menos que la inflación se les vaya completamente de las manos.
Creemos que la evolución positiva de la economía mundial continuará el próximo año y proporcionará una base para el crecimiento de los beneficios empresariales y la subida de los precios de las acciones. Sin embargo, la necesidad de una política monetaria expansiva disminuirá, lo que significa un aumento de los tipos de interés.