La gestora francesa OFI Asset Management, especialista en la inversión en metales preciosos, opina que el Oro alcanzará en doce meses un precio en torno a los 2.100 dólares/onza. El Oro comenzó el año cotizando en niveles aproximados de 1.830 dólares/onza, y en la actualidad se mantiene en las cercanías del nivel 1.930 dólares/onza. OFI AM gestiona el fondo OFI Financial Investments Precious Metals, que invierte en una cesta de futuros sobre el Oro, Plata, Platino y Paladio, que en España comercializa Selinca AV.
Evolución 2021
Según OFI AM, el oro registró un año negativo en 2021, con un descenso de alrededor del 5% en su precio a lo largo del ejercicio. La evolución del precio del Oro está estrechamente ligada a la evolución de los tipos de interés reales, y como este metal precioso no aporta rendimientos, su interés para el inversor aumenta cuando el de otras clases de activos disminuye. De forma que, cuando los tipos de interés reales suben, el Oro tiende a bajar y viceversa.
A principios de 2021, la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos hizo temer desviaciones presupuestarias y un posible aumento del coste de la financiación en el país, por una subida de los tipos de interés. Estos temores empujaron el precio del Oro a la baja. Posteriormente, el surgimiento de presiones inflacionistas permitió que el metal amarillo se recuperara, por la bajada de los tipos reales.
Sin embargo, la FED señaló que las tensiones inflacionarias eran sólo transitorias y que, además, empezaría a reducir su política monetaria acomodaticia y, posiblemente, a subir los tipos, lo que hizo bajar de nuevo los precios del Oro. Posteriormente, se hizo cada vez más evidente que para la FED, la inflación podría ser menos transitoria de lo previsto, lo que permitió que los tipos reales bajaran, pero no que el Oro subiera.
De forma que la falta de visibilidad de la política monetaria provocó el alejamiento de los inversores del activo Oro, hasta ver algo más de claridad. El resultado fue una divergencia entre los precios del Oro y los tipos de interés reales, que se diluyó a finales de año, cuando la FED aclaró su calendario de endurecimiento monetario, facilitando la apreciación del Oro, y que la correlación entre el Oro y los tipos reales volviera a sus niveles clásicos.
Perspectivas 2022
En 2022, para poder predecir la evolución del precio del Oro es necesario anticipar la posible evolución de los tipos de interés reales estadounidenses. En opinión de OFI AM, la FED no tiene más remedio que permanecer «detrás de la curva», es decir, sólo podrá subir sus tipos nominales si hay inflación, para garantizar que los tipos reales sigan
siendo bajos. En efecto, con un endeudamiento de casi el 130% del PIB en Estados Unidos, una subida de los tipos de interés reales sería muy difícil de gestionar. Lo mismo que sucede en otras grandes economías.
Más allá de este problema de gestión de la deuda, los bancos centrales, con la FED a la cabeza, están limitados en cuanto a la capacidad de realizar subidas de tipos. Porque el objetivo habitual cuando suben los tipos de interés es frenar una economía recalentada aumentando el coste del dinero, para evitar que el exceso de demanda alimente la inflación de los precios.
Sin embargo, en el ciclo actual, buena parte de la inflación no está vinculada al exceso de demanda -algunos prevén también una fuerte disminución del crecimiento a partir de este trimestre en Estados Unidos-, sino a la falta de oferta. Ello se debe a los problemas en la cadena de suministro, que deberían resolverse a medio plazo, pero también, y sobre todo, a la disminución de las inversiones en la producción (energía y metales) y a los cambios en el régimen de la demanda (metales para la transición).
Un escenario que generará una inflación más duradera. A ello se une que la transición energética impulsará la inflación, porque pasar de energías muy densas (fósiles) a energías más difusas e intermitentes (renovables), supone un mayor coste y requiere añadir soluciones de soporte para los días sin viento o sin sol. También requerirá enormes inversiones, que sólo pueden realizarse en un contexto de tipos de interés reales muy bajos.
Por todas estas razones, desde OFI AM se estima que “los tipos reales seguirán siendo bajos, o incluso bajarán en los próximos meses. Si añadimos los riesgos geopolíticos, pero también los riesgos de un error en la política monetaria, ¡tan difícil es la salida de las políticas acomodaticias!, estimamos un precio de la onza de oro en torno a los 2.100 dólares en un horizonte de 12 meses”.